El día en que se murió mi padre
me lo dijeron por teléfono
y previo aviso frío y telegráfico
"Javier llama a casa", me decía,
y yo llamé
y suponiendo que algo grave pasaba
y con una voz grave y entrecortada me dijeron
"acaba de morir tu padre".
El día en que se murió mi madre
el teléfono volvió a ser protagonista,
de nuevo una voz grave y solemne
(que no era la misma) me decía:
"Javier acaba de morir tu madre"
el funeral será mañana a las 6 de la tarde
y llegues o no llegues.
El día en que yo me muera,
espero que alguien me llame por teléfono
y que me diga con voz grave, quebrada y rota,
"Javier te acabas de morir"
y serás enterrado y como tú querías
en un cementerio con vistas al mar más lejano.
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