
En cada día y a cada rato
me hago un poco más extraño.
Voy avanzando hacia un mundo desconocido
y supongo,
que será otro mundo y otra historia muy distinta.
Pero de momento
es un mundo que está saliendo del almario (armario del alma)
y ya veremos hasta donde llega.
Los días, como hoy,
son extrañamente extraños,
está nublado,
hace calor de bandera,
el viento está quieto, parado y anestesiado,
la densidad se espesa
y el peso sobre mis hombros, aumenta
y ¡de qué manera!
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