ZURDO CONTRARIADO

 


Ser zurdo contrariado

dicen que tiene su encanto.


Eres zurdo de nacimiento,

te hacen diestro, porque sus normas así se lo dictaban,

y al final, 

acabas escribiendo con la mano derecha

y en el resto de todas las cosas

no podrás luchar contra la fuerza de tu propia naturaleza.


En definitiva, 

me convertí en zurdo contrariado

 sólo hago una cosa con mi mano derecha (escribir)

y el resto lo hago con la izquierda

pero como a su vez perdí la sensibilidad más fina de esa mano,

hago mal y peor las cosas delicadamente delicadas.


Y ahora soy un patoso con las dos manos.


Con una mano escribo

y con la otra me hago las mejores pajas del mundo,

pero insisto...que nadie espere de mi

que sea el rey de las manualidades

o de las intervenciones quirúrgicas.


Porque fui anulado hace tiempo

y se encargaron de ello

padres, curas y familiares más cercanos

y algún amigo que resultó ser más chivato que amigo.

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JULIO CORTÁZAR