Y por eso a veces ¡me asfixio tanto!

 

 

 

Tengo un poema en los ojos

y una bola de fuego en la boca de mi estómago

que sube y que asciende como un reflujo de lava ardiente

que quema mi esófago y raspa mi tráquea y parte de mis entrañas

que hace masa y argamasa

y que se acaba colando por las rendijas por las antes entraba el viento

y ahora se encuentra cemento de cola apelotonada.

Y por eso a veces

¡me asfixio tanto!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR