Hoy...,
hoy es día de decisiones,
hoy decidí cambiar de mundo,
cambiar mi vida, mi suerte
cambiar mi vida, mi suerte
y hasta cambiar mi alma de sitio.
Hoy vendí mi alma a la gitana que lee la mano
la vendí sin pena y apenas lloré por ella.
Era un alma perdída, vacía y negra.
La vendí cara y sobrevalorada,
la vendí sin pena y apenas lloré por ella.
Era un alma perdída, vacía y negra.
La vendí cara y sobrevalorada,
al cambio me dieron, moneda de vida,
moneda para el trayecto..., ponía,
y así en la primera morada dormí,
dormí con cuerpo y sin alma,
y al día siguiente conforme proseguí el camino,
lancé la moneda al aire y a ver que me tocaba
y así en la primera morada dormí,
dormí con cuerpo y sin alma,
y al día siguiente conforme proseguí el camino,
lancé la moneda al aire y a ver que me tocaba
si era cara, si era cruz o si era canto,
y me tocó de canto.
Me tocó, lo que siempre me ha tocado,
joderme en la medianía entre el todo y la nada.
Me tocó, lo que siempre me ha tocado,
joderme en la medianía entre el todo y la nada.

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