EL REFLEJO CREMASTÉRICO

 

La reflexión del día de hoy, es la última sobre ésta parte anatómica, los Huevos. Hoy disertaré sobre el REFLEJO CREMASTÉRICO DE LOS HUEVOS. Para ello, se necesitan dos personas, tú y tu padre o tu abuelo o mejor alguien que te caiga fatal y así se lo vas a dejar más que claro, se lo vas a dejar clarividente. Y a unas malas y a falta de otros medios humanos, también vale un perro.

Bueno empezamos, al tío estudio te lo pones delante y le pides que abra un poco sus piernas y sin más y sin que sé de cuenta le arreas una patada en sus partes, una patada con todas tús ganas y aquí ya se empieza a comprobar el funcionamiento de dicho reflejo. Pues al darle la patada, si el tío da un alarido y le salen los ojos de sus cuencas, es que el reflejo cremastérico no ha funcionado o sea a los huevos no les dió tiempo de esconderse y eludir la patada. Y es que los huevos notan e intuyen la amenaza y cuando ven al pie que viene hacia ellos, corren y se esconden dentro de su conducto primitivo o sea por donde los huevos bajaron para alojarse en esa horrible bolsa escrotal o bolsa de los huevos.

Y si al darle la patada, aullan de dolor pero no le salen los ojos de sus cuencas (como veis esto es lo más importante, los ojos y las cuencas), pues el reflejo cremastérico está indemne y por lo tanto funciona. El dolor en éste último caso no es por los huevos, pues ya no están en su sitio, si no por el pene, pues la patada va directamente al pene y por tanto el resultado es que será una pena de pene, pero con el reflejo cremastérico indenme. Hay quien los diferencia también por el tipo de grito, pues si repasais lo escrito, en el primero de los casos, donde el reflejo no funciona, el tío o perro-estudio emite un alarido y en el segundo caso, aulla y da igual que sea un humano que sea el perro, el caso es que los dos aullan.
Por hoy se ha acabado.

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JULIO CORTÁZAR