MI PUEBLO Y YO




Yo vivo en un pueblo pequeño, nunca había vivido en un pueblo pequeño y la verdad, es que se vive muy bien, bueno se vive muy bien si tú estás bien (como en todo). Pero yo me refería a esas condiciones que definen bastante bien el tener una calidad de vida, como son: muy pocos ruidos (poco tráfico rodado). Pocos alborotos callejeros, por no decir, casi ninguno. Muy pocos problemas vecinales. Fácil aparcamiento. Y si a todo esto añadimos que éste pueblo está pegado al Mar Mediterráneo y que tiene un puerto pesquero precioso de necesidad, pues ¿que otra cosa puedo decir?, que ya tenemos todos los ingredientes parta hacer la receta casi perfecta. Y además vivo en una casa muy grande y preciosa y que su único defecto consiste en que no está al borde del mar, pero bueno, tengo el mar a 50 metros...

Yo en general no me quejo, pero eso no quiere decir  que no me queje de algunas cosas en concreto, porque podría hacer una lista de ellos, pero resumiendo me quejo de cosas y asuntos amorosos (que por lo que sea en éste tema tengo especial mala suerte). Me quejo de la amistad, por su falta o por su mala calidad y digamos que de los demás, que son un millón de cosas, no me quejo en general y porque asumo que ahora mi balance vital es netamente positivo y que lo negativo (aparte de lo anteriormente mencionado) son como pelillos al mar.

Vamos, que yo estoy muy bien como estoy, que sí, que siempre se puede estar mejor, pero tampoco hay que olvidarse de que se puede estar peor...de todas formas mi barco siempre navega hacia el lado positivo de la historia y de la vida. Soy muy difícil de hundir y eso que a veces, tengo grandes vías de agua, pero en cuanto siento el agua salada en las profundidades de  mi garganta, no sé, parece que levito y salgo por pies. No sé, me gusta ser optimista y aunque me sienta hundido en la miseria, siempre le encuentro la parte positiva a esa movida tan jodidamente jodida.

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JULIO CORTÁZAR