PREOCUPADO ME TIENEN

 



Preocupado estoy, preocupado porque hoy es día 23 y mañana es día 24 y bueno, no sé si mañana vestirme de gala o de chandal. He encargado un chandal a Nicolás Maduro y con todos sus avíos: los colores de la bandera venezolana y con el gran escudo de la nación y en principio mañana día 24, sería el día de su llegada por Seur y después, a todo trapo y hacia el espacio. No debe estar jodido y bien jodido el Nicolás Maduro y más pensando que le quedan tres o cuatro años como Presidente y aguantando en el Gobierno a la Oposición, que por cierto ¡¡menuda Oposición!!, si parecen una Oposición de telenovela. Bueno, si tienes a ese tipo de Presidente, toca una oposición a su mismo nivel, ni más ni menos. Me recuerdan a Falcon Crest, os acordáis de Falcon Crest y sus pozos petrolíferos, pues lo mismo pero puesto en Venezuela.

Además en Venezuela podría dar más juego la cosa: grandes pozos petrolíferos, Miss Universo por el medio, el pajarito de Hugo Chavez con sus cantos bolivarianos hablándole al oído al Nicolás, el menda de Nicolás Maduro en chandal patriotero y en su programa televisivo y la Oposición patatera cantando ópera y a partir de ahí, que empiece el desmadre y el compadreo y además en Venezuela está la selva cerca, por tanto y también saldría algún indígena indignado y cabreado (que los debe haber y muchos). Y mientras las cosas iban bien económicamente, al Hugo Chavez lo escuchaban y porque no les quedaba otro remedio, lo escuchaban los cuatro países pringados que tiene a su alrededor, pero empezó a bajar el precio del barril de petróleo, además que el Hugo Chaves la pringó y la cosa se quedó descabezada.

Pero a dedo fue nombrado Presidente el Nicolás Maduro y entonces se empobrecieron ambas cosas, el pueblo y el contenido de los discursos y digamos que para algunos, la situación se hizo insoportable y por eso digo, que la Oposición no hizo un pijo, ni movió dos pelos, movió uno y para el tendido y la Oposición simplemente esperó, esperó a que dejara de cantar el pajarito de Chavez, esperó a que el chandal de Maduro se deshilachara y se destiñera y esperó a que Miss Universo dejara de ser Venezolana y así, todo el tinglado cayó por su propio peso. Ahora habrá que ver al Nicolás Maduro en la calle y quemando neumáticos, habrá que ver como un trepa arribista le toca bajar a bailar a la pista del circo. Pero no os preocupéis, ¡porque no lo veremos!.

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JULIO CORTÁZAR