LOS ILUMINATI

 



Los Iluminati son esos tíos que van encendidos como putas bombillas, pero que a la vez y como quieren pasar desapercibidos, se camuflan de objetos sin sentido. Uno será un objeto inanimado. Otro se disfrazará de basura de plástico. Y el otro se vestirá de profesor progre con gafitas redondas y chupa de cuero de su último viaje a la India. Los Iluminati, son esos eternos coñazos que casi se lo saben todo o eso dicen, que se lo saben todo y en realidad, no saben de nada. Pero como se visten de profesores progres de insti o de uni...y todo porque tuvieron que aprobar unas putas oposiciones de mierda, pues al parecer se tienen que dedicar a hacer que parece que son y a demostrar que se deben a la enseñanza. (No todos y que quede muy claro, porque tengo muchos amigos profesores que no entran entre los Iluminati. Pero algunos si entran y como entran). Pido mis humildes disculpas y por si alguien se puede ofender y punto y pelota y hasta aquí hemos llegado con éste tono tan pastelero. Es decir, si a alguien le pica...que se rasque. Los Iluminati tienen una idea y se les enciende la única neurona que les queda en pie y sentado. A los Iluminati les encanta viajar por todo el mundo y claro, ellos no son guiris como toca, ellos van por libre y piensan que son libres como lindas mariposas que revolotean tras el cristal de las ventanas, pero en realidad son una verdadera avanzadilla de lo que después vendrá. Estuve en el Vietnam y en Laos y me fijé que los vietnamitas se entienden entre ellos y que los de Laos, fueron muy amables con nosotros y así cubren su expediente con la narración de ésta especie de hechos de medio pelo desvaídos. Después en realidad, son papurruchas que ni se la creen los niños más crédulos.

 Pero los Iluminati si se creen sus putos cuentos y además, les encanta contárselos unos a otros y de vez en cuando te lo contarán a ti y partiendo de si tú caes en su red de araña atrapa moscas (en éste caso, tú  o yo, somos la puta mosca). Aprovechan las noches de fin de semana de lluvia copiosa, intensa y desapacible, para invitarte a su puta casa de profesor sabelotodo. Allí te ponen una cena que tendrás que decir que está muy buena y que en realidad estará regular, pero eso sí, bien regada con abundante vino autóctono y de la puta tribu y porque ellos, también necesitan demostrar que son del terruño. Y tras el postre y una copa de aguardiente que te anula los sentidos, viene su momento decisivo y de orgasmo y dejan caer en el ambiente medio alcohólico la siguiente pregunta: ¿ponemos unas fotos o unas diapositivas de nuestro último viaje y en donde lo pasamos tan bien?. Y tú entre el medio pedo del vino y el cebollón de la copa de aguardiente, pones cara de poker y dices, pues claro...

Y ahí empieza la verdadera tortura y comienza una secuencia bestial y aniquiladora de todo un largo pase de diapositivas. Y cada diapositiva tendrá su propia explicación y su puto comentario. Y aquí, habíamos comido. muy bien por cierto y era pescado crudo envuelto en hojas de maíz, que después ¿te acuerdas? acabaste vomitando. Y éste señor indígena tan amable, nos llevó a través de un río infestado de cocodrilos y al final de la tarde pudimos disfrutar del apareamiento de dos Gorilas que no pararon de darse por el culo. A los Iluminati los ves paseando por las calles de tu pueblo y te dices...¡joder! gente maja y enrollada. Pero cuidado, no es oro todo lo que reluce y los Iluminati brillan como una bombilla encendida, pero muy pronto se les acaba las pilas del buen rollo y entonces, pasan a formar parte del ejército oscuro que nos puede joder la vida un poco más.

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JULIO CORTÁZAR