A VECES...¡QUÉ PENA ME DA LA VIDA!


¿Te acuerdas de María X?

seguro, que sí,

ella ocupó mi mente

y mi querer

durante unos años,

allá en épocas universitarias,

cuando los dos estudiábamos medicina,

mejor dicho, cuando ella estudiaba

y yo estaba dedicado a labores revolucionarias

y entre manifestación y manifestación

yo estudiaba lo que podía,

y así me fue,

después me costó un huevo y la yema del otro,

acabar la carrera....

ella funcionaba al revés,

primero estudiaba y después luchaba

(mi madre estaría encantada con ella)

pero volviendo al tema María X,

ella parecía mi faro

y yo su farolillo rojo,

para mi era grande, inmensa,

más grande que nadie, gigante,

perversa, picarona,

para mi derrochaba sexo por todas sus costuras,

y yo me volvía loco por tanto deseo,

cada uno vivía en su casa,

pero cuando nos veíamos

la erupción del Vesubio se quedaba pequeña,

me acuerdo de su risa franca y alegre,

de su nariz aguileña,

de sus pequeñas tetas,

de su cintura de avispa,

de su pelo castaño,

de sus ojos que ahora pienso

que eran color marrón entre miel y melocotón

me acuerdo de su piel tersa y aterciopelada,

de sus pequeños ojos siempre chispeantes,

de su tono entre jocoso y desconcertante,

y ahora, alguien tendrá el valor de preguntarme

¿si me acuerdo de ella?

Después en el prólogo de un verano lluvioso,

vino un día a decirme, 

lo siento, me he enamorado de otro

y en esa noche brindamos con champán de medio pelo,

por nosotros, nos dijimos

y pasó la noche y llegó la mañana,

y a las 7 en punto salía el barco,

me acompañó y no sé porqué lo hizo,

y el último recuerdo que tengo de ella,

es agitando su mano derecha

y para darme el adiós definitivo...

Pues 40 años después

nos pusimos en contacto,

(a través de terceros)

yo pensando en contarle como me había tratado la vida,

pero sin más historia,

(aquella vieja historia había muerto hace 40 años)

y ella desconfiada manteniendo las distancias

y entonces lo vi todo claro,

para mi ella había sido otro gran amor en mi vida

(por suerte, he tenido varios y todos bestiales)

y para ella, yo había sido el novio de la Uni (Universidad),

me di cuenta lo cursi y lo tonta que era

 (mira que decir...Uni…)

y lo que no le perdono, sobre todo es

es que 40 años después,

 lo único que quería saber de mi,

es si seguía vivo

y no quiso saber como me había ido la vida

y que no me contara como le había ido a ella.

Nunca es tarde para darse cuenta,

(de lo que uno consideró 

como uno de las grandes amores de su vida),

que fuera un pufo de cartón piedra,

no había alma por su parte.

Pero como yo estoy curado de espantos

y como además han pasado 40 años,

pues como que me la suda...

aunque tengo que reconocer que a veces 

¡qué pena me da la vida!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR