Queridas y queridos...
yo os podría contar una preciosa historia de amor,
pero va a ser que no...
porque no me apetece
porque estoy del amor hasta los huevos
y porque es un tema demasiado sobado y trasnochado...
Prefiero hablaros
del verano,
del calor soporífero de éste mes de Julio,
de mis profusos sudores,
de que sigo vivo
gracias a mi aire acondicionado
y en consecuencia,
por eso no salgo de mi cueva.
Vivo encerrado entre estas cuatro paredes
me alimento de moscas y arañas
y hasta a veces,
me como mis propias legañas.
Me ducho,
cago,
como y ceno
salgo a comprar lo mínimo e imprescindible
y vuelvo corriendo
para encerrarme de nuevo detrás de mis rejas.
En fin
que de amor no os voy hablar
y porque ¿cómo decirlo?
de este tema todo está hablado y está todo dicho.

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