Días ...así.
Noches de aquella manera.
Tardes en que nunca se acaba la tarde.
Mañanas extrañas como mis entrañas.
Horas muertas sin estar realmente muertas
horas de densa niebla en mi cerebro
minutos de espacios interminables
instantes de paz en horas muertas y sin sepelio.
En realidad,
estoy deconcertado,
me puede el ansia y me puede el miedo,
se me nubla el sentido que dice tener el cerebro,
mientras el alma
se funde con las costilllas
y juntos
hacen que mi alma siga viva.
Días...así
y noches de aquella manera
y tardes de arena mojada en aquella playa.
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