Sábado y día 10 de febrero del año 2.024. E iba a decir, del año 2.014 y como si me hubiera quedado estancado en esa fecha. Pues han pasado 10 años más y 10 años años son 10 años y aquí y en Roma. 10 años de mi vida y quién pudiera volver a vivir en esa antigua fecha. Yo creo que más o menos por esas fechas, dejé de fumar definitivamente y eso supuso un cambio radical en mi puta vida y que ahora 10 después, puedo dar fé de que mi mundo a cambiado a raíz de dejar de fumar. Han vuelto a mi vida los más ricos olores y sabores y puedo paladear las cosas, porque me saben a gloria. He descubierto nuevos sabores, nuevos olores y claro, también he descubierto malos y peores olores y sabores. La cara A y la cara B que tiene la vida. Pero mi suma total sobre este tema es positiva, pues he alucinado un huevo con todo lo que me estaba perdiendo.
Hace 10 años era mejor chaval que ahora y porque con el paso de los años, aumenta tu maldad o disminuye tu bondad. Digamos, para conciliar este asunto, que ahora soy un poco menos bueno que antes y así nos quedamos todos contentos. Físicamente ahora estoy mucho mejor que antes y porque me cuido más y mejor, porque hago ejercicio y eso a pesar de que cada día que pasa me crujen y me duelen más mis viejas articulaciones. Me matan los dolores de cadera y más me duele cuando me levanto de la cama. Que nadie piense que el ejercicio es sobre todo para los chavales y jóvenes, que también lo es, pero los viejos entre los que yo me encuentro, necesitamos mover nuestro esqueleto más que nunca y porque si no el proceso de atrafia se multiplica. Tampoco hay que caer en salvajadas físicas y porque ya no tenemos cuerpo para semejantes aventuras. Yo estoy para hacer ejercicios moderados y no excesivamente agresivos.
Es en lo único en que me siento moderado. Moderado para mí, es una palabra que me hace volver a otro siglo. No sé el porqué, pero eso me pasa. Moderado me suena a retrógado, a antiguo y me retrotae a un viejo olor a naftalina que antiguamente había en los armarios y cajones de las cómodas. Moderada era mi madre y era un pedazo de facha que no veas. Modérate, me decían algunos y cuando me lo decían echaba espuma por la boca. No soporto que los moderados te aconsejen moderarte y para así comer de su mano moderada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario