Hoy es día 8 de febrero y es jueves. Y yo los jueves suelo hacer algo distinto y porque así lo he decidido anteriormente. No siempre hay un como y un porqué de las cosas. A veces las cosas son demasiado simples para ser explicadas o puede que sean complicadas, pero puede pasar también, que uno no tenga muchas ganas de dar más explicaciones. Y entonces y a modo de conclusión, hay algunas cosas que se explican por si mismas, es decir, que se explican solo por sus hechos. No hay nada detrás de la decisión de que los jueves tenga que hacer algo distinto. Simplemente un día, tomé esa decisión y además, que no todos los jueves cumplo esa decisión tomada anteriormente y porque a lo mejor, no me acuerdo o porque no me apetece tener que molestarme en realizarla. Vayamos avanzando y en definitva lo que quiero decir, es que hay algunos jueves en que decido hacerlo y que hay otros, en que me pongo en modo vacaciones y simplemente paso del asunto.
Y hoy es jueves y no sé que hacer para que resulte un día extraordinario, porque de eso trata hoy...de intentar que sea un jueves para recordar durante toda mi vida o todo lo que me queda de vida. Antes y hace bastantes años pensaba que para que yo recordara algo y para el resto de mis días, tenía que ser algo grabado a cincel y martillo y en cambio ahora y debido a que de cada vez me va quedando menos tiempo, creo que cualquier acto que se salga la normalidad del día a día, será recordado el resto de mis días. Es muy sencillo, ahora con poco pero eso sí, que sea muy sentido, me llega para que me quede grabado el resto de mis días y noches. Vamos a ver, por ejemplo, un beso o una caricia y ya sé que es un muy pequeño detalle, pero que ahora valoro como si fuera un tesoro. Antes, hace muchos años, estaba sobrado de besos y caricias y una más o una menos, era un detalle insignificante.
Pero aclaro, que en este ejemplo que he puesto, tengo por delante unos principios: pido que que sea un acto espontáneo, que no me sienta obligado y por tanto, que nadie me obligue y que tampoco arrastre más consecuencias, es decir, que por el mero hecho de darnos un beso o regalarnos una caricia, no suponga que uno está iniciando una nueva relación vinculante y donde todos los días nos tengamos que dar besos, abrazos o caricias y porque yo soy de la vía del medio, y me apetece diversos días pero no todos. Hay días en que no me aguanto ni yo mismo, no me soporto, me odio y no me suicido y porque no me gusta suicidarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario