Mi isla es pequeñita y aunque los paisanos de aquí, la consideren que es suficiente y que los que sobran, son los foráneos o forasteros que siempre se quejan de que es una isla muy pequeña y que los paisanos de aquí, son cerrados a cal y canto. Pues yo digo, que sí lo son, pero lo que me diferencia de otros forasteros, es que tienen demasiados motivos para encerrarse en ellos mismos. Los forasteros pasan por aquí y no duran ni siquiera uno o dos años y entonces el menda de aquí se dirá y para que contarles parte de mi vida, si total se van a ir al día siguiente y sin ni siquiera decir adiós. Pero claro, yo llevo la friolera de 18 años y alguien de esta isla me podría abrir sus puertas...pero ahí entro yo a trapo y sin frenos y es que no quiero relacionarme ni mucho ni demasiado con casi nadie de este mundo y menos, con quién vive a mi alrededor. Con el paso de los años, me he convertido en un ser huraño y me niego a tener relaciones sociales. Vivo dentro de la cueva de mi casa.
Me relaciono un poco socialmente en el día a día, pero solo cuando voy a desayunar (me gusta desayunar en el bar) primero, porque me dan todo hecho y además, está muy rico y segundo, por leer el periódico local del día, que ya sabemos que no dice nada pero de poco que dice, quiero estar enterado. Después, poco más. Ir a hacer la compra de la comida y eso supone intercambiar unos cuantos holas y buenos días. Si voy a jugar a padel, tendré que hablar (digo yo) con los que juego y si llevo a mi hijo pequeño a sus diversas actividades, pues me pasa lo mismo y tendré que intercambiar saludos y dar muestras de que algo me interesan los que me rodean.
Yo lo entiendo y porque soy medio zulú y es que a los zulús como yo, nos gusta estar solos y que nadie nos caliente demasiado la sesera. Creo, que para buena parte del resto de los humanos, no es tan fácil, como a mí me resulta, de entender este tema. Algunos sé que piensan que yo voy de sobrado. Pero lejos de mí queda eso, porque no voy de sobrado y porque lo mío es muy fácil de explicar: en todos estos años de mi puta vida fuí un ser muy dependiente socialmente y emocionalmentey necesitaba de los demás para todo. Necesitaba caer bien, que me hablaran por arriba y por abajo, sentirme el centro en toda reunión, que me mostraran cariño incondicional...¿Y qué pasó?...pues que salí rebotado y entonces, huí como el gato del agua, de todo lo anteriormente necesitaba. Y por eso me hice huraño. Y para hacer honor a toda la verdad, también porque yo solo, me siento mejor que nunca. Claro que yo sé que explico todo esto y que para algunos, seguiré siendo un ser que va de sobrado. Bueno, si ser sobrado es esto...pues entonces y sinceramente...¡voy de sobrado!.
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