COLGADO O NO COLGADO


Me acuerdo cuando yo, todo colgado de tí, me tenía que tragar el sapo de que pudiérmos tener otras relaciones aparte de la nuestra. De aquellas, esa era parte de tu filosofía vital y que repito, yo todo colgado de tí, no compartía de ninguna de las maneras. Tragué mis celos, tragué mi mala baba, tragé y hasta que no pude tragar más y entonces decidí darme un descanso contigo. Y pudiendo estar contigo y por estar de vacaciones, decidí irme de viaje. Cogí distancia y aire y a la vuelta de mi pequeño viaje, era otro. Estaba dispuesto a todo o mejor dicho a soportarlo todo y porque como ya dije, yo estaba todo colgado de tí y no entraba en mis planes tener otras relaciones, pero si estaba dispuesto a que si las tuvieras tú, no me afectarían de una forma demasiado traumática. Yo me declaré indemne a tus agresiones sentimentales y desde esas te puedo jurar, que empecé a vivir mejor. Pasado el tiempo, todo se fue terminando, mi amor por tí, el tuyo que nunca tuvo unos índices muy altos y lo nuestro quedó marcado entre unas fechas y datos: duró tanto, empezó en una tarde de invierno, pasaron algunos veranos, nunca vivimos juntos, me hubiera gustado volver a verte y por curiosidad de haber como te iba y si con tu siguiente pareja mantenías la misma filosofía que habías tenido conmigo. 

Pero no se dió esa casualidad pero de todas formas yo sabía la respuesta a esta última pregunta, seguro que no y porque yo pude ver los principios de tu nueva historia y ya no era lo mismo y porque yo no sé como estaba él pero tú ahora, estabas toda colgada de él y yo como conocía perfectamente como era estar a este lado de la película, sabía que por tu mente ya no entraban posibles terceras o cuartas personas. La vida es así y a veces, estás en el lado de arriba y otras veces, te toca apencar con el lado más débil. De hecho y años más tarde, a mí me pasó lo contrario en otra relación y yo era el que estaba dispuesto a tener relaciones hasta con la bandera y ella no y lo estaba pasando fatal y la diferencia estaba en que ella me lo decía. Años más tarde pasó lo mismo, esa relación se diluyó como un azucarillo y de nuevo vinieron las fechas y los datos. En realidad nadie escoje en que lado de la película te vas a poner, pero está claro que el que está menos colgado, va a sufrir mucho menos y además, el que entra sufriendo en una relación, seguirá sufriendo in crescendo y hasta que le llega un punto, en que no puede más y entonces mandará a la mierda esa relación y de una puta vez por todas.

























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JULIO CORTÁZAR