No recuerdo las buenas palabras
ni los buenos gestos,
ni aquellas suaves caricias mientras yo leía un libro.
No recuerdo muy bien
mis mejores momentos,
si era yo el que flotaba
o si flotaba el mundo que me rodeaba.
Quizá me haya olvidado
de como era tu rostro en el reflejo de la ventana,
o como eran tus ojos bajo la lluvia,
pero nunca me olvidaré
de la huella de tus pies sobre la arena mojada.

No hay comentarios:
Publicar un comentario