Extraño que yo me sienta extraño


 Extraño que yo me sienta extraño

y raro y callado y tímido

pero lo fui y lo fui hace mucho tiempo

y mi lucha estaba dentro de ese silencio tenso y denso,

era mi arma secreta, mi karma asesino,

pues con ese silencio conseguía desquiciar a quién quería

o al que me atacaba porque le apetecía. 

Eres un niñato imbécil y consentido

me decían con todo su desprecio

y yo les contestaba con mi silencio despectivo

y más insultos por su parte

y más agresiones verbales

y más ganas me entraban de partirles la cara

y aunque en consecuencia

 también me molieran a palos

y un día y sin darme cuenta

me había convertido en un ser agresivo.

Ahora ya no tengo cicatrices de mis antiguas peleas

pero las tuve y en abundancia

pero el tiempo todo lo tapa y lo recubre con nueva epidermis

pero en mi memoria perdida

está grabada cada herida que he sufrido

pero también tengo grabadas

todas las que realicé en nombre de mi defensa agresiva.















 

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JULIO CORTÁZAR