No tengo necesidad de que me hables
ni de que me escuches
los dos en el silencio más absoluto
sobre un campo de amapolas
escuchando al viento como mueve ramas de árboles
y como acaricia nuestro lecho de hierba y flores
y con esa melodía de fondo
nos quedaremos dormidos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario