Desde que reconozco que en mí
habita la nostalgia
y que soy más parte de antes
que tengo que sumar a mi infancia,
mi adolescencia, mi dichosa juventud
mi parte adulta y adúltera
más todos mis amores que aún de vez en cuando
se pasean por mi mente y por mi alma
y además el hecho de haber sido padre
y hasta el hecho de haberme casado
y enamorado hasta del movimiento de sus pestañas
pues todo esto ha creado escuela
y ha dejado un poso tan grande
que a veces pienso
que sigo viviendo dentro de él
y por eso a veces me siento niño
en algunas me siento adolescente y adulto
y en otras, me veo viejo pero no tan viejo
viejo que aún se puede mover por su propio pie
que corre tras una pelota y a 35 grados
que se muscula y se tonifica en el gimnasio y hasta donde puede,
que se enternece cuando florece una flor
que mima sus plantas
y como si hubieran sido el amor de su vida
y que se dice y a voz en grito
¡aquí estoy yo! ¿¡y que pasa!?
y miradme bien
sigo vivo y no estoy ni medio muerto.

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