Nosotros
los de antes
no somos ni la sombra de lo que fuimos.
Hemos evolucionado de ideas y envejecido de cuerpo,
hemos perdido la frescura de la carne
pero poco a poco fuimos ganando ternura por dentro.
Ahora somos menos fieles al otro
y si es que hay otro u otra persona por el medio
pero en cambio
somos más fieles a nosotros mismos.
Ahora nadie jura fidelidad de por vida,
ahora dices una cosa
y al otro día
te contradices
y al siguiente
vuelves a dudar de lo que ayer decías.

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