Nunca fui un verso suelto
quiero decir
que más bien, no lo era
y porque no era de abrirme el alma en canal
y de soltar toda mi mierda.
Yo era un ser raro y extraño,
apocado, a veces
y explosivo, otras veces.
Era como muy metido dentro de mi cueva
y cada paso que daba para decir lo que sentía
era demasiado corto y tímido
y por eso muchas veces,
no llegaba a darlo
y sin darme cuenta volvía a estar de nuevo dentro de mi caparazón.
Con el tiempo me fui haciendo más suelto
más amigo de mis amigos
más compañero de los que se ganaban mi confianza
más solidario
más comprensivo y más expresivo.
Ahora y en estos momentos,
sí que soy un verso suelto
estoy abierto a lo que venga
y mis únicas armas son mis palabras.
Con ellas no mato a nadie
y en cambio me ayudan y mucho
a interpretar todo lo que pienso y siento.

No hay comentarios:
Publicar un comentario