HABRÁ UN DÍA EN QUE TODOS AL LEVANTAR LA VISTA...

 

Que yo no soy de Azerbayán, ni de Turquía, ni siquiera soy un jeque árabe todo sobrado de pasta y de dinero y de petróleo y que lo trabajan sus negros y como se acabé el negociete del petróleo ¿de que van a vivir estos jeques?. Dicen ellos, que invierten parte de su dinero en crear ciudades fantasmas y perdidas en medio del desierto y para convertirlas en pequeñas ciudades tipo las Vegas y donde uno se juega toda la pasta que tiene y si tú ganas algo y que ya es demasido difícil que al final, ganes algo, dicen que parte de la pasta que se  gane y bajo en nombre de la suerte, pues la tendrá que invertir en esas macroestructuras gigantes que poco van invadiendo el desierto y así y poco a poco, irán construyendo pulpos inmensos que van extendido sus tentáculos y que más adelante se llenarán de más gente que a su vez y más tarde, jugarán al bingo en el local situado en la esquina de su nueva calle. A unos les crecen los dientes y otros en cambio, se convierten en destructores de sueños y aunque muchos ya vengan rotos de fábrica, a los  destructores de sueños les encanta dar su última mordida y para dejar marca y para dejar su huella impresaen la piel de un pobre. Tengo que decirles a estos señores tan depredadores y tan destructivos, que no me vendo por un plato de lentejas y que ellos tendrán todo el dinero del mundo entre sus manos, pero yo tengo mi propia imaginación y con ella compro todo la que me da la gana, viajo a cualquier sitio del mundo, compro plantas y compro flores imaginarias y me enamoro de lo que yo quiero. Y eso no tiene nombre ni tiene apellidos y tampoco tiene adjetivos y como decía el otro y en mis viejos tiempos, la imaginación al poder y además añado otra y aunque la mona se vista de seda, mona se queda.

Pues todos estos jeques árabes les pasa exactamente lo mismo y porque por mucha pasta que tengan y por mucho que les sobren los billetes y que hasta que le salgan por sus oídos, habrá un tiempo para todo y un día ese jeque que anda en un maserati rojo y último modelo y que ha invertido en él, un millón de euros, pues eso es lo que os digo, que no vayáis tan subiditos y despreciando al pobre y escupiéndole en su cara maltratada por la vida y por la mano de algunos hombres que lo explotaron tanto que hasta le cayeron los dientes y esto lo digo y porque habrá un día en que todos al levantar la vista, veremos una tierra que ponga, libertad. Y así decia esa canción de mis viejos tiempos y ¡coño! y que razón tenía.






















No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR