JUBILACIÓN (Microrelato)

     Me va quedando menos para ponerme a leer las esquelas del periódico local como hacía mi padre, mis tíos, y supongo que mi abuelo también lo hacía. De aquellas se espichaba antes, siobre los 65 años e iban cayendo amigos o familiares, como caen las moscas. Y es que llegaban a un punto, donde ya no leían bada del periódico, sólo las esquelas, y pongo como ejemplo a mi padre, que cuando se jubiló, se jubiló de todo. Se jubiló de hacer vino, que le encantaba. Se jubiló de quedar con sus amigos los domingos para darse una vuelta. Se jubiló hasta de ir a veranear a su querida casa de la playa. O sea jubilación total, pero total, total.

                        Yo cuando me jubile, que aún me queda, no sé muy bien lo que hacer. Bueno lo sé pero no sé como andaré de pelas, aunque mis planes no son de mucha guita. Y partiendo de que llegue a ella, a ver si no la espicho por el camino. En mis preferencias de jubilación pondría los topicazos: me gustaría viajar mucho, leer, divertirme y entretenerme y follar, si aún me dejan,y estar tan bien como me encuentro ahora, vamos las mismas tonterías de siempre.

                       ¿Que voy a decir?, que me gustaría estar sufriendo, que prefiero estar aburrido y deprimido y que además no pudiera viajar y tampoco follar y bla, bla, blá. Pues quién sabe como acabará el asunto, ahora si me pregunto lo que yo prefiero, desde luego que me quedo con las primeras opciones. Por lo demás, lo de plantar un árbol, ya he plantado muchos en mi vida. Lo de tener un hijo, también está más que cumplido, pues ya tuve tres, tres preciosos retoños. Y lo de escribir un libro, pues más de lo mismo, con lo que llevo escrito no sé si daría para dos o para tres libros. De todas formas tengo en mente publicar un libro como toca o sea en papel y tinta, ésta si que es la ilusión de mi vida y ese día en que lo publique arderá Troya y nos iremos todos juntos a celebrarlo a las calderas del Infierno. Como debe ser.

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JULIO CORTÁZAR