Vamos a ver, yo no hago apologismo del funcionariado, no hago piña con
los demás, pues lo único que me identifica con ellos es que nos paga el
mismo patrón, el Estado. Por no hacer ni la haga con los Médicos, en
teoría mis compañeros, pero de eso nada, hay algunos que si son
compañeros, pero muchos otros, más que compañeros son élites de bata
blanca. ni por supuesto los Sindicatos y menos los Sectoriales, digamos
aquí donde yo vivo, los Sindicatos Médicos. Yo siempre pensé que eran
clasismo puro y duro y ahora con el advenimiento de éstos tiempos de
crisis, ya no es que se le vea el plumero, es que huelen a pescado
Pepero. Ahora se dedican a mendigar migajas y esas migajas las
transforman en grandes conquistas laborales, a ellos lo que les va es
que le den comba o sea que los dejen gestionar junto con los organismos
del Gobierno. Ver como agachan la cabeza me resulta penoso y no deja de
asombrarme. Peperos sindicaleros, menuda esquizofrenia, menudo
contubernio confusional.Con mis médicos del alma no tengo empatía y no puedo ser un ejemplo de como se debe de aplicar la asertividad, pues no puedo con muchos de ellos, me superan, me desquician, me alteran y al final me tengo que tomar más pastillas de las que debo y el que pierdo soy yo y no ellos. Lo que yo observo desde mi puesto de vigía, es que desde que nos aplicaron la última rebaja del sueldo, ellos no han dicho ni pío, ni lo van a decir, ni lo dirán nunca, pues hay como una especie de pacto de clase o sea que está mal visto en una clase social pudiente el quejarse por el dinero. A ver si me explico, es como un aristócrata arruinado que tiene que mantener el tipo, el no puede demostrar que está sin pasta, pues no es propio de su abolengo. Pues con muchos de los Médicos pasa lo mismo, ellos no pueden decir que andan asfisiados y que la pasta les preocupa, lo que hacen es cogérselo en prebendas o sea se entra a currar más tarde, se hacen más visitas y más prolongadas a la cafetería y por supuesto se sale antes de hora. Ya se hacía antes de la crisis, pero ahora es más que descarado.
Y parte de esto lo gestionan los Sindicatos Sectoriales o sea consiguen que los Gestores de turno sean más flexibles y pasen o hagan la vista gorda a la hora de controlar los horarios. Las prebendas, las ricas prebendas, cuanto daño hacen y como dañan la retina de los demás, de los que les observan. Claro que esto que digo no es exclusivo de los Médicos, hoy hablé de ellos, pero otro día tocará otro sector del funcionariado,.. ¡Hay tanto para hablar de todos ellos!
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