Descansa en paz, dice mi epitafio,y sientelo todo, dice mi manual ideológico,
y yo digo, que mientras viva,
no quedará nada sin que yo lo intente,
nada escapará a mi radar vital,
y juro por mis muertos,
que a todo le daré la vuelta.
Siempre quedará algo,
algo que no pude alcanzar,
algo que se me escapó entre mis manos,
y que se fué como un pez entre los dedos,
pero eso lo dejo como irremediable,
pues no soy dios en la tierra,
soy un ser humano como cualquiera,
y por tanto asumo mis limitaciones.
Soy raro y soy extraño,
pero soy un ser humano,
tengo mi parte buena y otra parte mala,
tengo mis pecados inconfesables,
y mis secretos de alcoba,
tengo penas y momentos de gloria,
y a veces me quiero y en otras me odio,
y soy hombre de una sóla palabra,
y es que cuando juro, juro sobre la biblia,
y esa es mi palabra más sincera,
yo juro y cuando juro, cumplo.
Por eso ahora os juro,
os juro, que seguiré por éste camino,
que no quedará piedra sobre piedra,
que revolveré todo lo que veo,
y que al final, cumpliré mi epitafio:
Descansa en paz, querido Bruno,
que tú juramento de sobra lo has cumplido.
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