Tú pelo es de color castaño,
y el mío es escaso y casi blanco,
y eso es, una muestra más,
de que somos diferentes.
Pero hay más diferencias,
y lo que piensas tú,
a lo mejor yo no lo pienso,
y lo que yo siento,
a tí te resulta ridículo,
por eso, somos diferentes,
y lo somos en todos los sentidos.
No hay dos personas iguales,
pues cada uno es cada uno,
y tiene sus propios mecanismos de defensa,
y menos mal que nos diferenciamos,
no me figuro a otra persona como yo,
con mi cara, con mi mente,
y sobre todo, con mi alma enferma,
y si esa persona existiera,
seguro, seguro que la mataría.
A mi me cuesta aguantarme a mi mismo,
y me cuesta verme en el espejo,
y hasta me cuesta olvidarme de que existo,
como para tener un doble delante de mí,
un doble que le gusta observar el mundo,
un doble que le encanta la belleza,
un doble que le entusiasman los sentimientos,
y hasta le gusta urgar,
en las profundidades del infierno.
Un doble con alma sensible y tierna,
y que se muere por saber el porqué de las cosas,
en fin, un doble que quiere cambiar
y transformarlo todo,
un utópico sin banderas,
un paria de los sin tierra,
un loco que anda por la vida,
y así es mi doble,
entonces, ¿quién soy yo?
quizá sea lo que me queda,
un ser que se pierde,
entre su propio desconocimiento.

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