EL DISCURSO DE RAJOY (Adivinación)

No sé lo que me pasa, si es que realmente me pasa algo, porque a veces no pasa nada y uno se empeña en que pase. Por desgracia no es mi caso, pues pasar pasa y como pasa y pasa a toda hostia. Estoy a la espera de lo que diga Rajoy, no puedo dormir sin saberlo, aunque a éstas alturas ya creo que habló y debió decir lo de siempre: se tiene que hacer porque es lo que hay que hacer y punto. Filosofía portentosa, Aristóteles a su lado era un aprendiz de brujo y es que esa profundidad de pensamiento me deja perplejo y con los dedos de los pies abiertos.

                                   Después hará una pequeña autocrítica y arreando que ya es bastante. Me equivoqué un poco pero no tanto, un algo y sólo la puntita (como diría el otro, sólo la puntita, pues el resto es para empujar, ¿se me entiende?) y por último un buen baño de datos macroeconómicos, el paro disminuye, se empiezan a ver los brotes verdes y la luz al final del túnel, el Madrid ha reforzado la plantilla, el Neymar hace migas con el Messi y se besan en la boca y él y toda su plana mayor encantados con su extendido y locuaz discurso. Es que el Rajoy va directo y al grano y por eso es tan escueto, el hace lo que tiene que hacer, porque es lo que se tiene que hacer y punto, los adornos florales y verbales se los deja a la Cospedal que se explica como un libro abierto. No hay más que reescuchar la explicación del contrato del Bárcenas con el PP y entonces sabrás lo que es un discurso con denso contenido y basado en datos reales. Pura antología histórica.

                              Después saldrá el otro payaso del circo, el Rubalcaba, que hace dos semanas sólo quería pactos y ahora se puso muy digno y sólo quiere que Rajoy dimita. Como siempre, tarde, mal y arrastro. Como pueden ser esos cambios de criterios, como una semana quieres una cosa y a la siguiente le comes la boca o le quieres vomitar en ella. El arte de la política mal entendida. El arte de dar palos al agua y a ver si aciertan un poquito, porque la sangría de votos no hay quién la pare. Claro que estos tienen otro problema añadido, los ERE de Andalucía. Menudo choriceo se traían entre manos y no señor y por mucho que digan, es tanto el choriceo del PP con el caso Bárcenas y otros casos aún pendientes, como el del PSOE con el tema ERE. Y esto es sólo la punta del iceberg, lo que queda por descubrir, si se descubre, pues ambos partidos saben que están en el filo de la navaja y que no pueden permitir que se destapen más escándalos choriceros, porque sino su sistema político tiene visos de irse directamente la carajo.

                                   Y la reflexión del día: ¿Es sostenible el sistema actual?. El bipartidismo, el oscurantismo, el nulo control del pueblo, la dictadura del gran capital y el choriceo de cada día. Yo pienso que no debía serlo, pero lo que yo piense es directamente inverso a lo que dice Rajoy: yo pienso que hay que hacer esto y si no se hace, es porque lo que piense que se debe hacer, no se va hacer, por la simple cuestión que vale más la opinión de un cerdo que la mía (evidencia científica). Como veis yo soy tan escueto como Rajoy y no necesito grandes discursos para explicarme, yo voy al grano del grano o sea al granito o a la esencia de las cosas.

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JULIO CORTÁZAR