MI MEMORIA

          Hoy voy a rechazar a la noche y no acudiré a su cita, y no iré porque ya estaba decidido de antemano y es que quiero cambiarla por el día. Un trueque, cambio noche por día. Así que éstas son las últimas palabras que escribo hoy, día 29 de agosto de 2013. Estoy profundamente cansado y casi rozando el agotamiento y como hoy no rompa el circulo vicioso o la cadena que me ata a la noche, me va a dar ataque de ira o de apoplejía. Prefiero el ataque de ira, a quedarme paralítico o a quedarme vegetal o como un pescado ahumado. No sé pero en el fondo me siento un cobarde, un mísero cobarde que tiembla como una hoja seca.

                                   Acabo de ver una peli que ya había visto y como me pasa con los películas, mi mente tiene recuerdos selectivos. Me acordaba de escenas determinadas, pero de otras era como si estuviera anestesiado o dopado, pues no me acordaba de nada. De todas formas he recuperado mucho o gran parte de mi memoria, hace un poco más de 1 año, yo podía volver la misma película y no enterarme que la había visto, hasta que me lo recordaba un detalle. Sí, ese sólo detalle me decía que la había visto, pero por mucho que me estrujara el coco, yo no conseguía recordar el resto de la peli. De hecho pensaba y estaba convencido, que mi cerebro se estaba atrofiando y un ritmo galopante. ¿Paranoia?, no realidad palpable y es que era evidente que mi cerebro estaba dañado y peligrosamente dañado, tanto que estaba a punto de extinguirse. La mejoría es evidente y mi memoria dió pasos de gigante, aún así hay lapsus en blanco o en silencio, que sé que nunca y nunca más recordaré y ahora tengo que acostumbarme a vivir con mi memoria perdida. Perdida entre drogas y somniferos y entre cubos de basura o eran portales llenos de jeringuillas. ¿Quién sabe?. Como antes dije, mi memoria tiene lagunas y que en realidad son lagunas tan grandes como mares.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR