POLÍTICOS

       Si yo supiera como funciona el mundo no sé donde estaría, pero lo que si sé, es que sería mi secreto y no lo compartiría con nadie. Cuando de repente te cae el poder de sentirte alguien y por encima de los demás, ese poder te transforma en un ser dasaprensivo. Si estás preparado es otra cosa, ahora lo que no sé, es como se prepara uno, no hay una carrera universitaria que enseñe como se funciona al tener el poder y lo peor es que no se exije esa preparación. Entras en el club de los poderosos, de los que manejan el cotarro, vamos en el club de los políticos de turno. Para ser político debes ser ambicioso y que  te guste la mandanga o sea que te guste engatusar al personal y que todo lo que haces, lo haces por el bien del pueblo y no en el tuyo propio. Y si chorizas miles de millones, no es por tú beneficio, es por el bien del pueblo, el pueblo necesita ser chorizado y para eso están ellos, los politicastros. Esos son los principios del político, los principios jurados a hurtadillas y entre cenas y borracheras, que es cuando realmente se cuentan de que va esto.  

                                 Me vierne a la cabeza el Urdangarín y su pandi y me los figuro estudiando en su linda y elitista facultad y como al salir de farra planifican su prodigioso futuro. Tú Urdi te encargas de la casa real y de sus relaciones, tú Diego Torres de tu comunidad autónoma y tu fulanito de tal, de relaciones gubernamentales e internacionales y ellos juntitos, borrachos y contentos y mofándose del mundo y de los gilipollas que somos los demás mortales. Cachondeito tunero, de bandurrias y borracheras y rodeados de niñas bonitas y pijitas, vamos los reyes del mambo meándose encima de nuestras cabezas. Pues si hubiera una escuela oficial de políticos me los figuro igual, mofándose del mundo y enseñándose los truquitos de como sacar pasta en negro o de como cobrar comisiones ilegales. No sé, pero no debe ser tan dificil imaginarse lo que yo cuento, yo creo que no, otra cosa es nos guste ver la maldad al desnudo y lo digo, por lo que duele. Pero que duela no significa que no sea verdad que existan escuelas clandestinas de chorizos políticos, ¿o no?. Ellos desde luego no te van a contestar si es verdad o mentira.