CIUDADANO DEL UNIVERSO

            Y es que soy muy cabezota y aún no me ha quedado claro si me expliqué debidamente, vamos si he tocado todos los palos que tenía que tocar. Pues eso, voy a intentar darle la puntillita al asunto, pero ésta vez de forma definitiva. Y es que el tema del nacionalismo es un asunto demasiado complejo, como para despacharlo en cuatro líneas. A ver, a lo mejor tenía que haber empezado por aquí, en decir que no acepto ninguna patria y en ese concepto, claro está, incluyo a España. O sea que no valen argumentos de que soy es un españolista, españolista será tu abuela, por no decir otra cosa más fuerte.

                                         Si cada vez que se argumenta contra los nacionalismos radicales, te tachan de enemigo y por tanto y en éste caso de españolista anticatalanista, pues vamos aviados, pero por desgracia el término es demasiado atractivo por despreciativo y absolutista y es fácil recurrir a él. Pero bueno a mi me da igual lo que me llamen, mientras no me toquen los huevos, claro, y voy a lo que voy y yo lo que digo es cada uno reivindique su lengua, su cultura y sus derechos naturales y sociales, pero hacia donde y aquí es donde está el quid de la cuestión, ¿hacia donde?. Hacia el objetivo de crear más patrias y más estados y más ejércitos y más banderas o hacia la disolución de las fronteras.

                                       ¿Es utópico, verdad?, pero por ser utópico no deja de tener su peso. ¿Porqué no se puede respetar lo de cada uno o lo de cada comunidad o pueblo y ser al mismo tiempo ciudadanos del mundo? y ciudadanos sin banderas, ni patrias ni hostias benditas. Pues porque en el fondo el problema es que somos seres humanos y por tanto seres limitados y tenemos miedo a luchar por objetivos que nos parecen muy lejanos o utópicos.Y si no queremos limitarnos al mundo, pues diremos que somos ciudadanos del Universo, ¿qué pasa que dentro del Universo nos vemos demasiado pequeños?, puede ser, pero ser pequeños y ser muchos, es mucho más que mucho, es muchísimo. Porque lo que nos hace delimitar y acotar el terreno constantemente, no es otra cosa que el miedo. Yo tengo miedo a salir de mi barrio y si salgo a otro estoy pisando el terreno enemigo y mi barrio es mejor que el tuyo y allí somos cojonudos y todos nos conocemos y allí, en mi curruncho yo no tengo miedo. Lo mismo si hablamos de una casa, de la casa de cada uno, pues en mi casa me encuentro seguro. Lógico que cada uno se encuentre mejor en su respectiva casa, pero eso no te lleva o no debe llevarte, a decir que tu casa es la mejor de todas.

                                       El miedo, el miedo hace que te abraces a causas fáciles y por tanto populistas y el populismo ya se sabe, suma votos, pero a base de descerebrar al pueblo. Entonces lo que yo me pregunto, si yo soy gallego y Galicia se independiza, por ejemplo, ¿que pasa con mi cuerpo serrano o mejor dicho, con mi cuerpo de lacón con grelos?, que como ya tengo mi patria ya no me siento explotado, ni vilipendiado, ni maltratado, ni marginado, pues que os voy a contestar que vosotros no sepáis y es que es más, nos tocarían años de fervor patriotero y mientras a seguir chupando crisis y los bancos poniéndose igual las botas, porque no nos olvidemos los bancos y las multinacionales, van al revés o sea se han expandido como manchas de aceite y nosotros mientras tanto nos peleamos por patrias y banderas. A lo mejor me equivoco y éste es el camino correcto y yo soy el equivocado, puede, pero yo no me apeo de mi burro y por tanto yo me considero ciudadano del Universo. Y por cierto, tengo que decir que: ¡Viva la utopía!.

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JULIO CORTÁZAR