Pues ya no sé que deciros del número de visitas al blog. Primero que me parece una pasada y sobre todo desde el día 11-S, pues desde ese día el número sube como la espuma. Y cliqué el mes y ya están iguales las entradas de EEUU que las que tengo en España y a partir de ahí ya ganan los yanquis, más que ganar, arrasan. O sea que voy triunfando gracias a los yanquis, si ya lo decía yo siempre: para poder triunfar tienes primero que ganarte al imperio y después las colonias sólo copian.
Entonces voy a tener que ponerme al día y estudiar los estados y sus capitales y no hablar mal del Obama. También hay países sudamericanos, pero esto ya me parece más lógico, tenemos el mismo idioma aunque con algunas sutilezas diferentes.
Pero lo de éste país no es extraño y no sólo el país, es también donde yo vivo o sea en Menorca. Y es que no gusta, como se dice aquí "no me sabe bien" pero tengo que decírtelo, eres muy faltón escribiendo, me dirían los indígenas. A mi tampoco "me sabe bien" decirte 4 cosas y entre ellas siento decirte que te vayas por donde viniste, me digo yo al respecto. Me sabe bien o me sabe mal, como si te estuvieran probando, como si fueras un puñetero caramelo. A mi gusta el sabor que tengo y ya sé que es un sabor ácido y un poco amargo, pero también tiene algo de dulce y sin ser empalagoso y de sincero y de bruto y de crítico. Pero eso me gusta, me gustan los sabores distintos y contradictorios y los fuertes y los que marcan carácter. Pamplinas las mínimas, verdades todas, luchas a muerte, victorias siempre, palos los necesarios, perdones los imprescindibles, amores quién me los diera, desafíos todos los días, y utopías que sean grandes como verdades.

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