PUNTUALIDAD

      Hay muchas diferencias en la percepciones que tenemos las personas, pues las percepciones tienen una buena carga de subjetividad. Y voy a poner un ejemplo de esto que digo y que versa sobre la puntualidad. Hay personas que dicen que siempre son puntuales y  no sé como lo hacen, pero siempre llegan tarde. y lo peor de todo, es que después de llegar tarde, siguen considerándose puntuales. Entoces ¿que falla?, pues muy sencillo, falla que esa persona percibe de forma distinta, pues en su fuero interno no admite la impuntualidad y digo no admite y eso significa que es una persona autoritaria e inflaxible y por tanto se le romperían los esquemas, si aceptase que siempre llega tarde. Y ese es un poder especial, un poder con el que tergiversan los hechos y si hace falta se llegan a creer todas sus disculpas. Que el coche no le encendió, pero no dicen que no encendió a la primera, pero sí a la segunda, que el ascensor estaba ocupado, pero no dicen que fue 1 minuto y no 10 minutos, en fin, se llegan a creer sus disculpas. Si ya sé que a base de exagerarlas, pero para ellos, le es más fácil asumir sus propias mentiras, que admitir que llegan tarde.

                        Después hay los que al llegar tarde no dicen nada, como si los demás tuviéramos que entenderlo y estos son los jetas. Los que se creen que por su cara bonita, si es que es bonita, pueden hacer lo que quieren con los demás. Por el lado contrario, hay los que llegan antes de la hora y los hay que no dicen nada o sea que ellos llegaron antes porque les dió la gana y no te lo pasan por las narices y los hay al contrario, que lo primero que te dicen es que ha pasado 1 minuto de la hora y que ya llevaba 10 minutos y simplemente los suman: "llevo esperando 11 minutos, ¡a ver si llegamos a la hora!"

                                Ya por último, aunque minoritarios, los hay que si quedan a las 12, aterrizan en el sitio con el sonido de la primera campanada,  son los rigurosos o maniáticos. La puntualidad es cuestión de fe, es un principio inamovible y su tiempo es lo más sagrado de éste mundo. Suelen ser maniáticos con todo, con su forma de vestir, de calzar, de hablar. y hasta de reir. Son fríos y calculadores y por tanto son personas que no expresan sus emociones, es decir antipatía en estado puro. pero como a todo, si le coges el puNTo y por tanto le coges cariño, son fáciles de llevar, por lo menos son más fáciles de llevar que los primeros, los que se consideran puntuales y realmente no lo son.

                                Ah¡¡ y me olvidaba, los hay que son como yo o sea anárquicos. Un día llegan antes de la hora, otro día puntuales al segundo y en otros, llegan tarde 10 minutos. Son imprevisibles y suelen ser despistados o sea son la antítesis de los calculadores. Con estos no hay quién pueda, pues nadie sabe a que atenerse y los demás se lo plantean igual que deshojar a una margarita: hoy llega tarde o no y así de hoja en hoja y resulta que ese día, va el tío y llega más puntual que nunca. A mí, esto no me importa, ¡porque me encanta la anarquía!
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JULIO CORTÁZAR