SÁBADO 21 DE SEPTIEMBRE

        Suena el despertador y son las 10.30 y teniendo en cuenta que ayer me dieron las 4.30, pues son 6 horitas las que he sobado. No me gusta que me den esas horas, pero yo me ví inspirado y me dejé llevar por la musa, claro que ahora leí lo que escribí ayer por la noche y mi conclusión es clara, me lo pasé en grande y se nota, es como haber ido de juerga sólo y al mismo tiempo pienso que los que me tachan de pirado, tienen bastante razón, menuda colgadera tenía ayer por la noche, pero os juro que fue a pelo, ni gota de alcohol ni otros estupefacientes. Tanto una cosa como la otra y en general el tema de las drogas, son gomas de borrar y no sólo de la imaginación sino y también, de la memoria. Lo que quiero decir que serían cuatro líneas escritas incoherentes y desordenadas.

                                         Y hoy es día 22 de Septiembre y es sábado sabadete y como todos los sábados me digo lo mismo: sábado sabadete camisa nueva y un polvete. Y eso que me llevé buenos palos con éste tema, pero la esperanza es lo último que se pierde y sigo pensando en lo del polvete, pero hoy creo que menos, pues no cumplo uno los requisitos previos de la frase: no tengo pasta para una camisa nueva. O sea, que cuando la tuve nueva y reluciente, de polvete nada y ahora sin ella, pues seguro que menos que nada, lo cual equivale a quedarse con las ganas. No os preocupeis, estoy acostumbrado. El día es ventoso, como ventoso es éste año, para mí el año más ventoso de los 6 o 7 años que llevo aquí instalado. Y la cosa al parecer va para largo y hablo de mi estancia en ésta Isla, en la que estoy muy bien, pero de la que necesito escapar de vez en cuando. En todos los sitios pequeños y aislados pasa, pasa que necesitas coger aire nuevo, digamos cada dos meses y yo ya voy a por 1 año sin poder escaparme, pero ya me vengaré de ello.

                                          En cuanto los billetes de 500 euros cuelguen de mis bolsillos agujereados, entonces yo me vengaré del mundo o acaso no hubo milagros más complicados y difíciles y en cambio se cumplieron, pues yo con mi fe ciega sigo creyendo en ello. Habeis oído pecadores, que soy unos pecadores sin escrúpulos, vosotros hacer como yo, que soy evangelista y canto rumbas en la iglesia del pueblo.
No conoceis las rumbas de Peret, ¿Os las canto ahora?...

                                         Bueno es verdad, os voy a dar una buena pero buenísima noticia, hoy es el día en que oficialmente empieza el Otoño, bendito otoño y sus colores , benditas setas, bendita leña para la chimenea, bendita lluvia, y bendito frío.

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JULIO CORTÁZAR