LO MODERNO Y LO ANTIGUO

            Y hoy me tocó jornada de bus, unas dos buenas horitas de mi precioso y adorado tiempo. Por cuestiones personales tuve que coger cuatro buses y más el tiempo de espera en las paradas, sumaron esa bonita cifra, 120 minutos. Bueno pues tuve para pensar y claro pensé  y ya sé que es difícil en mí, pero os juro que sí pensé. Y pensé en el tiempo muerto que se echa en los transpotes de vuajeros y me dije tú no puedes quejarte, que no tienes que coger un bus que a su vez tenga que recorrer toda una ciudad o coger un metro y bajar y subirme varias veces, como tiene que hacer un montón de gente. También pensé que no tengo mucha paciencia y porque estoy acostumbrado a lo contrario, a que todo salga sobre ruedas y rápido y que en una mañana pueda hacer mil cosas diferentes.

                               Y también me dió por darle vueltas a que pensaría la gente de mi y me refería a lo que escribo y en concreto, a mis opiniones políticas. Pues me dije, hace unos años estos mismos pensamientos políticos, serían facilmente tachados de antiguos. Hace unos años y en épocas de vacas gordas, estaba de moda, lo moderno y todo tenía que ser moderno y las referencias históricas carecían de valor. El pensamiento profundo y crítico, no se valoraba adecuadamente, es más se menospreciaban con el vocablo de antiguo. Pues lo moderno y superficial estaban en voga y uno se sentía que meaba fuera del tiesto. Ahora ya meo dentro de él y eso no significa que todo el mundo tenga que estar de acuerdo con mis opiniones, pero por lo menos se leen y se discuten o como mínimo nadie las tacha de antiguas.

                                     Las modas son estados transitorios que venden los propios mercados, pues en esas épocas de pasta en abundancia, interesaba al mercado, que la pasta se gastara y por tanto se consumiera, el consumismo, el famoso consumismo. Hay necesidades vitales, eso nadie lo discute, pero es verdad que hay cantidad de necesidades creadas, o necesidades superficiales y que hoy son unas y mañana son otras y pasado son las mismas que las primeras. Las necesidades superficiales están controladas perfectamente por los mercados, ellos planifican campañas y van cayendo personas como moscas y al final se crea la moda y éste ya se extiende como una mancha de aceite. Hoy en día y en ésta época de crisis, las modas casi no existen o las que hay, se adaptaron al nivel económico del mercado o sea no son modas tan caras como antes, porque sencillamente nuestra cabeza está muy ocupada en como poder sobrevivir en ésta selva y eso ocupa mucho espacio en nuestro disco duro, aparte que si no hay pelas para llegar a fin de mes, menos la habrá para gastar lo que ya no hay. Si no hay pasta, no la hay y punto y como tampoco hay crédito, pues nada, a arrastrar nuestras miserias
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                                       Y lo peor de no haber pasta, no es en sí que no la haya, lo peor es que no hay la perspectiva de que vaya haberla o sea que la gente no ve la famosa luz al final del túnel, la famosa luz que sólo ve Mariano Rajoy, que no sé lo que fumará, pero desde luego subir le sube y le sube de lujo. Los demás no vemos nada, yo por no ver yo ni veo el túnel, es más cada vez veo menos y si estoy dentro de un túnel, no sé ni cuando, ni como entré y es que no me entero de nada, ni cuando el túnel fue construído y pienso que a lo mejor el túnel fue construído en la época de Zapatero, cuando realizó su gran obra maestra, el plan E. No sé, todo es muy confuso y tendré que ponerme al día y debo analizar lo del túnel y que hago yo en él y lo de la luz en su final, porque a lo mejor es una luz que dura un sólo día o es una luz de una linterna con muy pocas pilas o es la luz de una luciérnaga, ¿quién sabe?. Pero ahora mismo me voy  a enfrascar en esa tarea, ¡Ahora mismo!.

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JULIO CORTÁZAR