Hoy leí una entrevista a Lula. Lula el que fue presidente de Brasil y en parte me gustó, pero sólo en parte, pues a medida que la iba leyendo me aumentaba un regustillo raro, algo que empezó siendo dulce, acabó siendo amargo. Hay que reconocer, que el tío le dió un buen impulso a su país y eso es para quitarse el sombrero, pero, pero....pero no me gustó nada su lenguaje y lo que escondía éste. Un lenguaje que habla del pueblo y para el pueblo, eso dice y la realidad es que no es eso, el está defendiendo un sistema capitalista de nuevo cuño y ese fue su mérito, el darle proyección internacional a Brasil y quizá unir mejor sus potenciales económicos. Después hizo un mejor reparto de lo conseguido y si que realizó mejoras sociales y eso se nota.De todas formas, él no entra a fondo en las cuestiones, se queda en el margen de los problemas o sea alardea de los logros, pero no entra en que si se pudo hacer más y sobre todo si en el futuro hay que hacer más de cara al pueblo o digamos si al pueblo le va tocar la misma porción del pastel, que le tocado hasta ahora. Porque como se sabe, hay protestas sociales y eso indica que el reparto no ha sido muy equitativo y él ante eso, habla de escuchar y no de la necesidad de cambiar de estrategia o por lo menos replanteársela. Y después, el tema del ejército y como explica la necesidad de fortalecerlo, pues Brasil tiene grandes fronteras y por tanto hay que protegerlas. Y yo me pregunto de ¿quién?, de sus vecinos, a veces y enemigos en otras.
A que jugamos mi querido Lula, a fortalecer ejércitos en base a ser una nación potente y poderosa y que teme de sus débiles vecinos. Como siempre se juega con el miedo, en USA se juega con el miedo, para repartir armas como pipas y en otros países, como Brasil, para hacer el ejército más poderoso de Sudámerica. Ahora sí, aclara que nada de bombas atómicas. No bombas atómicas no, pero si un ejército armado hasta los dientes y que demuestre y proteja al pais más poderoso de Sudamérica. El miedo, siempre el miedo y si la gente no lo tiene se le inculca y así se justifica toda la parafernalia armamentística. Vamos lo de siempre, las patrias, las banderas, los uniformes, las armas, la defensa de nuestras fronteras y de nuestro espacio aéreo, etc... Vamos nada que no nos suene y que no sepamos...
de como se venden las patrias y sus puñeteros sentimentalismos.
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