Y hoy no hice la salutación al sol o mejor dicho al día en el que estamos. Hoy es día 6 de Noviembre y es miércoles, por lo menos lo es aquí, en éste granito de tierra rocosa. Dios, dicen, que hizo las rías gallegas cuando decidió descansar después de su creación y entonces apoyó sus dedos sobre la costa gallega y dejo sus marcas dactilares en forma de rías. Puede que sea así o puede que no sea, como siempre depende de si tienes fe o no la tienes. Y ésta isla donde yo vivo, ¿como fue creada?. Pues pudo ser que dios se sacudió una legaña o un moco que le colgaba y éste cayó en el medio del mar Mediterráneo o también cabe, que tuviera una china en su zapato y cuando se lo sacudió, cayó aquí, justo aquí sobre donde yo estoy ahora.Hay teorías para todo. Hay quien dice que los volcanes son granos de su cara y que explotan cuando se cargan de pus o de magma y que los ríos son sus venas, las mismas que riegan la tierra. ¿Y el mar?, el mar dicen que refleja sus sentimientos, que suben o bajan al compás de sus mareas y cuando se enfada o se cabrea, forma maremotos, tsunamis y demás desastres naturales. Y que el viento es el aire que expira y si expira muy fuerte, crea ciclones y tempestades.Y que la lluvia son sus lágrimas. Y el globo terráqueo, su globo ocular.Y que la noche esta echa por la negrura de nuestras conciencias. Y ¿el día?, pues está para cargarnos de energía. Y en ese difícil equilibrio y que sólo él entiende, nos desenvolvemos nosotros, nosotros como pequeñas hormiguitas que somos y que tanto nos cuesta admitir.
Somos las hormiguitas que revolotean alrededor de las migas que a dios le caen, cuando come o cuando cena, no sé si dios desayuna y merienda. Como veis todo se reduce a nuestro creador, que es dios y nuestra existencia sólo depende de que el nos quiera o nos desprecie o que coma o no coma o que se acatarre o que estornude. Y al final y como siempre, todo depende de nuestra fe en dios y por supuesto, de que le caigamos simpáticos o antipáticos, vamos algo que ya sabemos por experiencia propia. ¿O es el que te cae mal, le das cancha?, al revés, si pudieras lo colgarías del palo más alto. ¡A que sí!. Pues lo mismo pasa con dios, ni más ni menos.
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