EL PEDIGRÍ

              Hay que hablar con propiedad y mira que me lo digo siempre y voy yo y nada y erre que erre y al final, la cago siempre. Estaba pensando en lo de los pedos y en lo de limpiarse con la sábana esa guarrada pegajosa y no sigo porque me vuelvo a entusiasmar (ya sabéis que a mi me va lo escatológico). Pero a lo que iba ahora, estoy cabreado conmigo mismo, pues quería ser más fino y ordenado, pues eso, que ordenado quizá, pero fino no creo. Después me lee alguien que por ejemplo le guste algunas de mis poesías y si es una de las románticas, pues ya la he cagado. La tía se hará la idea de tío romántico y sensible y después se lee un asqueroso párrafo de esos que yo suelto y por desgracia escribo y ya está, aquí se acabó la historia.

              Pero como dice el otro, más vale dar la cara que no entrar de lado y es mejor que me conozcan por mis dos caras, la buena y la mala y no aclaro cual es la buena y la mala, queda en puntos suspensivos...Menos mal que yo no tardo mucho en descubrirme y en dos minutos ya estoy soltando una faltada y ese es mi problema, que desde siempre, quise que se me viera por ambas o tal como soy o como decía el otro, que me conozcan para lo bueno y para lo malo, pero reconozco que a veces, no doy mucho tiempo al contrincante.

              De todas formas, es un latigazo dado con intención y consecuencia, me refiero cuando suelto una pasada, pues ya me dice a quién tengo delante, a una faraona de la copla, si es que se mosquea o a una tía cachonda de la vida, sí se ríe con ello y si se no se ría ni se cabrea, es que le resulto indiferente y eso aún me atrae más. Aclaro, que las pasadas no son personales hacia nadie en concreto, suelen ser generales, como una generalidad más de la vida..

                   Después, que la última tía o sea la simpática, me guste o no, es otro tema, pero también lo es igualmente para ella, se puede caer bien y no por eso tener que gustarte alguien y menos tener que acostarte. De todas formas, son tribulaciones o dicho de otra manera, son peditos al aire, pues hablo con conocimiento de causa, pero mi conocimiento procede de la antigüedad más remota y no de realidades concretas de hoy en día, pero bueno y me sirve de consuelo, a la filosofía la adoro y por eso le doy bola. A la filosofía sí, pero a las guarrerías debía darles un corte, si es verdad, pero os juro por mis muertos que yo no puedo, es como pedirme que me quite el pedigrí o mi sello o mi tarjeta de presentación.

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JULIO CORTÁZAR