ESCALERAS AL CIELO (Poema)

Tan cerca estuve de tocar el cielo,

que aún hoy, no me lo creo,

y hasta lo toqué por un instante,

salté y salté,

y salté tanto,

que lo  pellizqué,

y me quedé con un trocito de su cuerpo.

Ahora guardo esa bolita de algodón,

dentro de mis sueños,

en la sección de mis sueños placenteros,

y en el apartado,

de mis sueños más excelsos.

De vez en cuando lo saco y lo admiro,

lo toco y lo retoco,

y pasan las horas y lo sigo tocando,

pues su tacto es piel de melocotón,

es especial, sensual y es divina.

Del cielo vengo y hacia el cielo voy,

y no admito estaciones intermedias,

no creo en purgatorios y limbos,

creo en cúmulos, nimbos y cirros,

creo en lo que veo,

en lo que veo, toco, oigo y siento,

y siento que yo voy a estar en el cielo,

a la vera de dios y cerca de santo Job,

pues me tengo ganado ese sillón a pulso,

gracias al don de mi infinita paciencia,

y a que sé...,

y a que sé que lo merezco,

y así llegaré hasta él,
 subiendo los peldaños de algodón,

de las escaleras que llegan hasta el cielo.

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JULIO CORTÁZAR