DORMIR EN LOS LAURELES

Acabo de dar una vuelta y aproveché para hacer recados siempre pendientes y el hecho de hacerlos y el relax que supuso esa vuelta, pues nada, que estoy como nuevo. Y lo mejor de todo, es que compré un LAUREL o LOUREIRO en gallego. Y lo hice porque me apetecía, pero tengo varias razones guardadas. Una, que siempre tuve un Laurel en mis casas, casas que no pisos, menos en Chiclana en que hice algunos intentos pero no frutificaron, simplemente el Laurel se quejaba de tanto calor  y acababa secándose. Otros plantaban Palmeras, para darle señorío a su casa y yo como no soy nadie, pues planto un Laurel.

Dos, que el Laurel es un árbol o arbusto que siempre me gustó y también me encanta su olor. Y no digamos lo practico que es (aunque el que sea práctico es lo menos importante, pero también suma), pues a mi me gusta usarlo en la cocina, en mis guisos de carne o de pescado o en la paella, en fin, tiene mil utilidades culinarias. Es como un LIMONERO, que será el siguiente en caer en mis manos y que sea un Limonero Lunero, esos que dan Limones durante todo el año, pues eso que es un árbol práctico, coges un limón cuando a ti te da la gana. Y el olor de los Limones, de los Limones recién cogidos del árbol, ese olor entre ácido y agrio y que colma tu pituitaria.

Tres, me gusta la simbología del Laurel. Por un lado está la Corona de Laurel, que conmemora que has triunfado y por otro lado está, el "no te duermas en los Laureles". Un premio y una advertencia, ¡que más se puede pedir! y en un solo árbol. Y como yo estoy celebrando el triunfo de una etapa que ha durado casi 2 años, que mejor que hacerme a mi mismo una corona de Laurel y después decir: "He triunfado". Y la advertencia me viene como anillo al dedo: "no te duermas en los Laureles" y así al ver al Laurel, recuerdo las dos cosas, que he triunfado y que no me recree en la victoria.

Cuatro, necesitaba algún hecho que rompiera mi tediosa existencia y  que mejor, ¡qué un Laurel!. Así siempre me acordaré del día 28 de Enero y en el que decidí darle un cambio de sentido a mi vida. Sino ya sé lo que pasa más adelante, que me olvido del día y ese día queda olvidado en la nebulosa del pasado. Siempre que se da un cambio que significa mucho, yo creo que debe acompañarse de un detalle que te recuerde ese día.

Y Quinto, que ya tenía ganas de animarme en éste aspecto, en poner árboles y plantas en mi casa. La casa está preciosa pero le falta vida. Yo solo abarco 2 habitaciones y la cocina, queda demasiado espacio muerto y está bien que en ese espacio vivan mis fantasmas, mis queridos fantasmillas, pero necesito más VIDA. Y que mejor que las plantas y árboles, aunque para árboles no tengo mucho espacio. Hay un pequeño patio y una terraza, pero suficiente para que entren un LAUREL, un LIMONERO y una HIGUERA. con eso y unas PLANTAS, soy el tío más feliz del Mundo. 
No os parecen motivos más que suficientes?.

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JULIO CORTÁZAR