CUANDO TODO ESTALLE

Pero no despega, el cohete no despega y eso que está a punto y con los motores que rugen como demonios y en cualquier momento esto va a petar. Aunque ya no preocupo de que esto pete, porque petará cuando le salga de los cojones o como dicen otros, cuando el Señor nos conceda la venia de concederlo . Años anunciando que se cumplen las condiciones objetivas y nada y después y por ejemplo, porque le dan de hostias a un tío, se monta la de San Quintín, que ahora mismo no me acuerdo que pasó en San Quintín, pero debió ser la hostia para que siga sirviendo de referencia.

Y esa es la triste historia, la historia que pasó un millón de veces, que se cumplen todos los requisitos para que el mundo se rebele y nada y nada y no hay manera, y sigue y sigue y hasta que llega un momento y por una chispa que nadie se esperaba, plaff¡¡ el mundo estalla en mil bombas a la vez y se rebela y se pone al mundo patas para arriba (iba a decir patas parriba y me di cuenta que algo se me ha quedao de mi Andalucía).

Pues entonces tranquilos y fumaros un purito conmigo, sentaros en un sofá cómodo y con un cenicero al lado y a ver la película que ponen, que suele ser una mierda, pero hoy en día hasta la mierda tranquiliza. ¡Que culpa tenemos nosotros de que éste tinglado se haya jodido!. Tranqui y con un purito, tranqui que llegará el momento, pero tampoco acomodaros demasiado, después cuesta levantar el culo y sobre todo si es así, de repente. Hay que estar en forma mentalmente y físicamente o sea hay que estar preparados para el asalto final o la toma de los palacios de invierno, el de la Moncloa y el del Rey o el Palacio Real de Madrid, que suena mejor y porque no, la Casablanca.

Tranquilos y suaves, fuertes de convicciones, firmes como velas, claros de ideas y limpios de espíritu y sin contradicciones ni dudas y así estaremos preparados o por lo menos listos para que la acción entre por nuestras venas. Un chute de vida, un chute de esperanza, un chute de ganas, un chute de cambiar el mundo. Y que mejor chute, ¡que éste!. ¿O acaso se ha inventado otro?, pero creo que no hay mejor chute en nuestra vida, que tener la posibilidad de cambiar el mundo.

O sea que al sofá y con el purito en una mano y en la otra tener el puño cerrado y por si acaso salta la chispa, la chispa que enciende la mecha y que sino se enciende hoy, pues será mañana. Mañana, mañana y me acuesto todas las noches con la misma pregunta, ¿Cuando llegará el mañana en que todo estalle?, pues nada mañana será otro día en que me formule la misma pregunta.

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