Siento el placer del momento,y el miedo a que ese momento pase,
disfruto luego existo,
amo luego siento,
escucho luego oigo,
e intento retener ese instante
y esa fracción de segundo placentero,
y mientras hablo,
el mundo sigue dando vueltas
y mientras pienso,
se va acabando el tiempo.
Placer y miedo,
placer fuerte e intenso,
y sobre todo, placer único,
placer de un buen café,
o placer del limón recién cortado,
placer de haberte conocido,
o placer de esa noche de verano,
placer de dormir a tu lado,
o el placer de que me hayas encontrado,
no sé, pero el placer es instantáneo,
y no hay dos momentos iguales,
hay uno y es único,
hay uno y solo es tuyo,
y ese uno se incrusta en la retina
y se clava como una espada,
o como una aguja bien afilada,
y de vez en cuando,
desprende émbolos o trombos,
y que iluminan trozos de tu vida,
pero ya está,
y ese fogonazo ya pasó,
y ahora solo queda el miedo,
el miedo de que nunca más...,
vuelva el placer de ese instante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario