LA TEORÍA DEL BACALAO

Cada uno tiene lo que se merece o eso dicen. Porque yo tengo mucho y al parecer no merezco nada y en cambio va un llorón de mierda y se lo dan todo y servido en bandeja de plata. La vida no es justa, la vida es pura injusticia y en ella, el que no llora no mama. Yo no merezco nada porque ahora digo las cosas claras o sea que la vida se mide según el grado de espesura y por tanto a cuanto más espeso más probabilidades tienes de que te toque algo. Claro que hay que ver el anverso de la moneda, pues si tú consigues algo a base de lágrimas y de mocos, después ya nadie te dejará levantar cabeza. Llevarás siempre el sello o el estigma de ser un pringado de mierda.

Hay muchos que suben en el escalafón social y lo hacen de ésta manera, dando pena y llorando por todas las esquinas. Son sujetos siniestros y seres llenos de resentimiento, pues de la clase de la que proceden reniegan y además son rechazados por ellos y por pelotas y traidores y los de la clase a la que aspiran, los ven siempre por el rabillo del ojo y estás aquí gracias a mí y compórtate perro que tienes que estar agradecido.

O sea y a lo que voy, que a mi solo me queda el orgullo, el orgullo de pertenecer al no sé de que y a no se sabe a que clase social, pero debe ser algo así como perteneciente a "clase media orgullosa". Lo siento Mamá, que estás en el cielo y por no conseguir ser de clase media de altos vueltos, y lo siento porque yo me he quedado en vuelos más bien rasantes. Pero bueno me queda el orgullo, aunque el orgullo no sé muy bien para que me sirve, pero suena que te cagas. Orgullo de ser padre, orgullo de ser médico, orgullo de ser un tocapelotas, en fin, orgulloso estoy de mi forma de ser y de estar.

Creo que ya es bastante, reivindicarse como uno es y gustarse y no puedo darme por el culo, de momento, pues tengo limitaciones físicas. Pero es importante levantarse con la bandera de aquí estoy yo y el que no me quiera que se vaya a la mierda. Sí me reivindico y no porque me considere el ser mejor del mundo, ¡qué va!, me considero solo un ser humano y por tanto tengo mis virtudes y limitaciones, pero si alguien me pide mi valoración, yo me pongo un ocho o un nueve de sobresaliente. Yo me lo guiso yo me lo como, pero bueno algo a cambiado en mi interior, hace unos años me pondría un tres como mucho y ahora ya veis, no me pongo un diez por no ir de sobrado.

Así que queda demostrado la teoría del Bacalao. El Bacalao me gusta en todas sus formas y maneras. Me gusta crudo y mucho, me gusta a la plancha, me gusta al pil pil y me gusta de todas las formas posibles e inimaginables. Y a mi me pasa lo mismo conmigo mismo, me gusto por todos los lados y por todos menos por uno, no me gusto por mi lado oscuro. Por ese lado donde entran las dudas y las inseguridades y donde el miedo ejerce su reinado. De momento el único mérito que me han concedido es una preciosa Hipoteca sobre mi casa, algo es algo y dicen que más vale algo que nada.

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JULIO CORTÁZAR