Yo quisiera hacer de la Utopía un arma y arma idealmente utópica. Pues las armas en sí son tópicas y concretas y destructivas y sobre todo, matan. Y matar no entra dentro del pensamiento utópico, pues entra lo totalmente contrario, la vida. Es curioso que cuando uno se confiesa como un ser utópico, se le tache de alucinado y de que no concreta nada y menos soluciona. Pero la pregunta es, ¿quién de las ideologías y partidos presentes hoy en día lo hace?. Pues nadie, y porque solo dan pinceladas sobre lo que quieren, ahora sí sus principios sí que los tienen claros. Pues saben perfectamente a quienes tienen que favorecer, si al gran capital financiero o a los parias de éste mundo.
Pues yo también quiero decir una cosa: yo tengo claro mis principios. Que no son otros que vivir dignamente y que la explotación humana desaparezca del mapa. Eso es un principio más que claro y en cambio a mi se me exige que plasme que sociedad concreta quiero. Si eso no lo sabe nadie, pero yo si sé, que si todo se basa en ese principio que expuse, tengo mil tareas, proyectos, soluciones concretas y alternativas, que dar. Porque todo en la vida se basa en ir dando pasos y a cada paso ir dando una solución. Yo puedo concretar perfectamente hoy lo que yo deseo en concreto, pues tengo delante una sociedad determinada y sé de que pie cojea.
No sé, pero creo que lo utópico a lo largo de los siglos siempre fue atacado y malinterpretado. Con toda la intención, claro. Y puede y solo digo, puede, que a lo mejor es porque se le tiene miedo desde el poder y todos los payasos que conforman el Estado y sus instituciones cierren filas ante semejante peligro para ellos. Hoy en día hay que profundizar en todo tipo de derechos, derechos sociales, laborales, de las mujeres, de los homosexuales y sobre todo, tener el derecho a comer y a vivir bajo techo. Pues todo esto son concreciones de un tío que se considera utópico. Y otras muchas más que de momento quedan en el tintero, pero que saldrán.
Pues yo también quiero decir una cosa: yo tengo claro mis principios. Que no son otros que vivir dignamente y que la explotación humana desaparezca del mapa. Eso es un principio más que claro y en cambio a mi se me exige que plasme que sociedad concreta quiero. Si eso no lo sabe nadie, pero yo si sé, que si todo se basa en ese principio que expuse, tengo mil tareas, proyectos, soluciones concretas y alternativas, que dar. Porque todo en la vida se basa en ir dando pasos y a cada paso ir dando una solución. Yo puedo concretar perfectamente hoy lo que yo deseo en concreto, pues tengo delante una sociedad determinada y sé de que pie cojea.No sé, pero creo que lo utópico a lo largo de los siglos siempre fue atacado y malinterpretado. Con toda la intención, claro. Y puede y solo digo, puede, que a lo mejor es porque se le tiene miedo desde el poder y todos los payasos que conforman el Estado y sus instituciones cierren filas ante semejante peligro para ellos. Hoy en día hay que profundizar en todo tipo de derechos, derechos sociales, laborales, de las mujeres, de los homosexuales y sobre todo, tener el derecho a comer y a vivir bajo techo. Pues todo esto son concreciones de un tío que se considera utópico. Y otras muchas más que de momento quedan en el tintero, pero que saldrán.
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