UNA MIERDA PINCHADA EN UN PALO

Y ya son las 2 de la tarde y mi estómago se queja. Quiere marcha digestiva y lo noto por una especie de vacío en la boca del estómago y porque mis glándulas salivales segregan más saliva en mi boca. Signos de tener hambre, pero hambre Europea o sea hambre de un ser bien alimentado y por tanto, que en realidad nunca pasó hambre de verdad o sea, una hambruna. Por tanto no sé que sensación se tiene con la hambruna, pero me supongo que el estómago está tan encogido que ya no siente nada y las glándulas salivales estarán resecas de tanto secretar.

No sé, supongo que estarás en un globo perpetuo, y por el mareo y por la falta de vitaminas y de oligoelementos. Qué bien suena oligoelementos, suena tan bien como el Omega 3 y el corazón cardiosaludable. Qué cantidad de patrañas nos sueltan y nos venden y nosotros por si acaso es verdad, va y las compramos. Después si la espichas igual, ellos dirán que fueron otros los factores determinantes por el que tú corazón explotó como una bomba. Pues siempre hay otros factores, ¡ignorante de mierda!, que no te enteras de que va la película, ¡coño!.

Y además, también tienen otro argumento y como plan B, de que probablemente engañaste a todos y entonces y a lo mejor, bebías a escondidas y varios litros, que comías el tocino a bocados o que te ibas los finde de putas, que no sé que tiene que ver las putas en éste asunto, pero como son dadas a que siempre se les eche las culpas, pues por eso se les mete por el medio. O sea antes de que se ponga en duda su producto a la venta, se llevan por delante al más pintado y de repente ese buen tío que acaba de morir, se convierte en un desalmado capullo, en un mentiroso, en un asqueroso y porque nos engañó a todos con su doble vida. Ante esto, es fácil concluir, que los humanos somos una mierda pinchada en un palo. O no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR