POR PEDIR QUE NO QUEDE

Hay veces, como hoy, en que me cuesta escribir y por el cansancio acumulado y la verdad es que me hago un poco de lio y no sé si debo irme al catre, aguantar al pie del cañón o simplemente no hacer nada, que también tengo derecho a no hacer nada. En estos dos años últimos, así rascándome los huevos no creo que llegara a tres días. Y eso me pasa porque si no hago nada, me aburro. Pero ese no hacer nada, para mi abarca más cosas, como ir a la playa, darte un paseo o darte un baño. Y ya sé que éstas actividades son necesarias y a veces imprescindibles, pero no sé lo que pasa  por mi cabeza para sentirlo así.

También es necesario follar y no lo considero un tiempo perdido y ahí si que recupero tiempo, pues como casi no follo me sobran horas y entonces, sé que compenso. Joder! hay gente que se pasa el día perdiendo tiempo y en cambio yo no me permito un solo segundo de relax. Y empiezo a estar hasta los cojones de esta esclavitud galopante y me siento atado de pies y manos. Si tuviera un rollete a lo mejor las cosas serían distintas o también si tuviera pasta y de sobra para viajar alrededor del mundo. No hacer nada, menudo lujo. No pensar, no filosofar, no recordar y solo dedicarte a sentir el momento y si pudiera ser, con un beso tierno.

Necesito besos, abrazos, caricias, palabras bonitas y cariñosas, ternura fresca y crujiente y el placer del sexo. Sólo pido eso, pero también sé que es pedirlo todo. Hoy en día éstas peticiones están difíciles de ser cumplidas, pero por pedir que no quede. Yo pido y haber que me ofrecen. De momento solo tengo mi propio ofrecimiento y me voy a ir a la cama y a sobar un poquito y si tengo suerte quizá Dios me obsequie con un sueño bonito y besos y  caricias y hacer el amor a la luz de la luna. Lo dicho, que por pedir que no quede.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR