Yo me encuentro bien y podía estar mejor si todo coincidiera y entonces, que la luna llena se pusiera más llena que nunca y que las estrellas del cielo brillaran como diamantes y por supuesto, que se vieran desde mi ventana y que el sol me brindara una puesta de sol espectacular. Seguro que la cosa cambiaría, pues si se pone a mis pies un decorado así de espléndido, no podría decir que yo no soy feliz. Pero bueno, siempre aparece el malo y jode el invento de éste buen momento de ensoñaciones y en éste caso, son las putas campanas de la Iglesia, que no sé si llaman a misa santísima o llaman para tocarme los cojones.
Mira que hay variedad de sonidos para llamar la atención, pues nada que escogieron el sonido más molesto y por eso está lleno de agudos metálicos, de esos que penetran hasta el Cerebelo y lo dejan temblando. Y eso que son las 8 de la tarde y aún tiene un pase, pero a las 3 o 4 de la mañana esa campana es una tortura china. Bueno no es la misma, pues ésta es la de la Iglesia y la de la noches es la del reloj del Ayuntamiento, pero bueno son diferentes, pero cada en su respectivo punto, son molestas.
De todas formas ni voy a tener el decorado que yo pido, ni van a dejar de sonar las campanas a cada hora, o sea que a joderme y otro día infeliz de mi existencia. Podría buscar la felicidad por otro lado, pues hay un millón de posibilidades, pero ya no hay tiempo para indagaciones, son las 8 y entro a currar a las 10 de la noche. Pragmatismo puro y duro y entonces mandan los hechos y las pajas mentales quedan relegadas para otro día. Y es que una vez metido en la puta clínica privada, ya me importa un pito la puesta de sol, la luna llena y si las estrellas brillan o no y sólo me importa que llegue la hora de salir, las 8 de la mañana y así poder empezar mis verdaderas vacaciones.
Mira que hay variedad de sonidos para llamar la atención, pues nada que escogieron el sonido más molesto y por eso está lleno de agudos metálicos, de esos que penetran hasta el Cerebelo y lo dejan temblando. Y eso que son las 8 de la tarde y aún tiene un pase, pero a las 3 o 4 de la mañana esa campana es una tortura china. Bueno no es la misma, pues ésta es la de la Iglesia y la de la noches es la del reloj del Ayuntamiento, pero bueno son diferentes, pero cada en su respectivo punto, son molestas.De todas formas ni voy a tener el decorado que yo pido, ni van a dejar de sonar las campanas a cada hora, o sea que a joderme y otro día infeliz de mi existencia. Podría buscar la felicidad por otro lado, pues hay un millón de posibilidades, pero ya no hay tiempo para indagaciones, son las 8 y entro a currar a las 10 de la noche. Pragmatismo puro y duro y entonces mandan los hechos y las pajas mentales quedan relegadas para otro día. Y es que una vez metido en la puta clínica privada, ya me importa un pito la puesta de sol, la luna llena y si las estrellas brillan o no y sólo me importa que llegue la hora de salir, las 8 de la mañana y así poder empezar mis verdaderas vacaciones.
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