Y después dicen que no, que soltando la mierda no te liberas. Pues yo noto como voy aligerando la pesada mochila que hoy llevaba a cuestas y que creo que la había cargado demasiado, no conscientemente pues el dolor nunca es consciente, el dolor cuando quiere es incontrolable y siempre es involuntario. Salvo para el masoca, pero éste no es el caso. Aunque a veces dudo que no tengo un poco de ello, pues cuando ,me doy una buena hostia con algo y a pesar de las lágrimas que me produce, siempre digo, ¡¡¡hay que gusto!!! y claro alguno que otro piensa que realmente soy un masoquista.
Pero bueno, en ese caso intento sacar importancia al dolor y buscarle su punto placentero, que no lo tiene pero que siempre hay que intentar que lo tenga, porque si me dejo llevar hasta el fondo por el dolor, me duele con más fuerza. Yo no sé si las peores decisiones que se tomaron en éste mundo por alguien poderoso se hicieron con un dolor de muelas, pero llego a pensar que sí, que hay algunas que son tan incomprensibles que por cojones se tuvieron que tomar en ese estado. O sea se tomaron con la peor hostia que hay en el mundo. Vamos a ver, cuando dios se inventó lo del pecado original debía tener un dolor de muelas de la hostia y Adán y su costilla y de ahí salió Eva y la serpiente y la manzana y las hojas de parra en los huevos y sobre el chocho de la Eva y menuda historia más barroca y surrealista.
Y lo del Arca de Noé y las plagas y en que no dejó títere con cabeza. Y cuando Napoleón igual que hizo Hitler, cada uno en su respectivo tiempo decidieron invadir Rusia, los dos estoy seguro que tenían un buen flemón en la muela del juicio. Y Reagan con su Iraq y sus bombas de destrucción masiva. Y Vietnam y Afganistán y sus talibanes, que antes eran buenos mientras peleaban contra los invasores rusos y se les armó y hasta los dientes y de repente pasaron a ser más malos que el hambre. Son las vueltas que da la vida y ahora eres mi amigo y mañana eres mi enemigo y por el medio de ese juego, van quedando millones de cadáveres y para pasto de los buitres. Y pasado mañana quién sabe, pueden ser de nuevo amigos o enemigos y todo dependiendo de si hay un buen dolor de muelas en el dirigente de turno. Entonces el destino del mundo depende de eso, de que haya o no un dolor incoercible.
Pero bueno, en ese caso intento sacar importancia al dolor y buscarle su punto placentero, que no lo tiene pero que siempre hay que intentar que lo tenga, porque si me dejo llevar hasta el fondo por el dolor, me duele con más fuerza. Yo no sé si las peores decisiones que se tomaron en éste mundo por alguien poderoso se hicieron con un dolor de muelas, pero llego a pensar que sí, que hay algunas que son tan incomprensibles que por cojones se tuvieron que tomar en ese estado. O sea se tomaron con la peor hostia que hay en el mundo. Vamos a ver, cuando dios se inventó lo del pecado original debía tener un dolor de muelas de la hostia y Adán y su costilla y de ahí salió Eva y la serpiente y la manzana y las hojas de parra en los huevos y sobre el chocho de la Eva y menuda historia más barroca y surrealista.Y lo del Arca de Noé y las plagas y en que no dejó títere con cabeza. Y cuando Napoleón igual que hizo Hitler, cada uno en su respectivo tiempo decidieron invadir Rusia, los dos estoy seguro que tenían un buen flemón en la muela del juicio. Y Reagan con su Iraq y sus bombas de destrucción masiva. Y Vietnam y Afganistán y sus talibanes, que antes eran buenos mientras peleaban contra los invasores rusos y se les armó y hasta los dientes y de repente pasaron a ser más malos que el hambre. Son las vueltas que da la vida y ahora eres mi amigo y mañana eres mi enemigo y por el medio de ese juego, van quedando millones de cadáveres y para pasto de los buitres. Y pasado mañana quién sabe, pueden ser de nuevo amigos o enemigos y todo dependiendo de si hay un buen dolor de muelas en el dirigente de turno. Entonces el destino del mundo depende de eso, de que haya o no un dolor incoercible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario