LOS CURITAS

Éste era el Frontón de mi Colegio y digo era, porque no sé si ahora sigue existiendo. En el lado superior derecho tenía un párrofo muy didáctico el   " mens sana in corpore sana" del que aún se puede percibir algo de la frase. Hoy me encontré con ésta  vieja fotografía de mi adorable Colegio de los Maristas de Vigo.

Hasta los 14 años me tocó sufrir en éste Colegio, pues los malos momentos se acumularon. Aquí aprendí todo lo malo del ser humano, aprendí a ser envidioso, rencoroso, malicioso y vengativo. Y menos mal que me echaron porque aún faltaba la segunda parte, hacerme un gilipollas empedernido.

De todas formas y pese a los malos tragos que allí pasé, mis recuerdos son buenos, pues como les pasó a los judíos en los campos de exterminio nazis, que te quedas igualmente con el lado positivo del asunto y entonces hablas de amigos, de compañeros, de buenos momentos compartidos, pero también te acuerdas de las hostias que los curas te metían, de esos bultos con ojos llenos de resentimientos, que eran los Curitas. Y claro y por supuesto, también te acuerdas de como algún Curita te metía mano a través de tus pantalocitos cortos. Claro, que como le pasa a las tías, la culpa era mía por llevar pantalones cortos.

O sea que allí aprendí Latín, Latín, Arameo y todas las lenguas extrañas y raras. Allí hice mis primeros pinitos como mentiroso y es que decir la verdad te salía muy caro y la verdad, se acompañaba de unas buenas bofetadas y de que todo el fin de semana te tocaba ir castigado al Colegio. Aparte, de las que llevabas en casa y por portarte mal con los Curitas y si un Curita decía que habías sido malo, eso no tenía vuelta de hoja y otro castigo para el cuerpo.

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JULIO CORTÁZAR