Yo sé que podemos, que podemos ser
más, siempre se puede ser más, pero no me refiero a más en número,
sino a más en peso específico o sea que cada uno tenga más peso en
la sociedad. Lo mío no es sumativo, lo mío es más personal e
íntimo y todos debíamos tener las herramientas suficientes para ser
más. Sé que es una idea utópica y que nunca nos dejarán tener
esas herramientas y porque si las tuviéramos, el mundo cambiaría.
Ellos, los de arriba, quieren seguir teniendo las riendas de ésta
sociedad y así se hacen imprescindibles.
Ellos nos conceden cosas a pequeñas
dosis y además nos dan por un lado y nos quitan por el otro. Ellos
hacen que ceden a nuestra presión social y negocian el dar una parte
de lo que se reivindica y van y nos dan esa migaja, pero mientras
tanto, aprovechan el tema del que estamos contentos y pletóricos,
para jodernos por otro lado. Yo te subo el sueldo y ya puedes estar
contento, pero al mismo tiempo subo el precio de la luz o del agua o
de la electricidad, total que siempre sacan más beneficios de los
que tenían anteriormente.
Vamos que a nosotros nos tocó jodernos
en ésta vida y a ellos, a los poderosos, les tocó el premio más
gordo. No sólo hay sangre roja y azul, también la hay del color del
dinero y si se dejara coagular, sedimentaría en miles de monedas de
dólares o de euros. Yo nací no pobre, pero tampoco rico y de
honrado no tengo nada, pues mientras haya explotadores, intentaré y
siempre, robarles su dinero. La verdad es que yo sería feliz como
gran atracador de Bancos.
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